Rabat finaliza un año exitoso en política internacional con la llegada del primer vuelo comercial directo entre Israel y Marruecos
En Argentina diríamos: «le pusieron la frutilla al postre». En términos menos familiares y mas próximos a las personas que gestionan Estados, podríamos asegurar sin temor a equivocarnos que Marruecos cierra el 2020 con un broche de oro diplomático a un año con tantos logros internacionales, a pesar de esta tremenda pandemia que azota nuestro planeta y nos llena de angustia y dolor.
Como las cosas no ocurren por casualidad, el mundo diplomático reconoce el esfuerzo y la capacidad de gestión que ha demostrado la política internacional marroquí, conducida con objetivos claros y mano firme por el Rey Mohammed VI e instrumentada por un activo equipo encabezado por el eficiente canciller Nasser Bourita.
Esto sucedió después de negociaciones entre ambos Estados que comenzaron en 2018 con una conversación telefónica entre el Rey Mohamed VI y el presidente norteamericano, Donald Trump.
Con la primera visita oficial de una delegación israelí a Marruecos, que llegó el martes en el primer vuelo comercial directo entre los dos países, se produjo la firma de varios acuerdos de cooperación.
Esta visita es el primer resultado de la larga negociación que ha permitido a Marruecos reestablecer relaciones con Israel, a cambio del reconocimiento estadounidense de su «soberanía» en el Sahara marroqui.
Para el rey de Marruecos, Mohammed VI, se trata de un «hito histórico», que abre, según Kushner una «nueva era de cooperación» y supone un paso «mayor para la paz», en palabras de Netanyahu.
La declaración tripartita firmada en Rabat el martes recapitula los diferentes compromisos adoptados: apertura de un consulado en Dajla (antigua Villa Cisneros en el Sáhara marroqui), ayuda estadounidense al desarrollo de la antigua colonia española, restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Israel y Marruecos, desarrollo de la cooperación económica y apertura de vuelos directos entre los dos países.
Estados Unidos ha prometido 3.000 millones de dólares de «apoyo financiero y técnico para proyectos de inversión privados» en Marruecos y en África subsahariana «en coordinación con socios marroquíes», según el acuerdo.
Para Kushner, la «visión poderosa» de Trump en materia de política extranjera «ha abierto nuevas vías para que las naciones salgan de décadas de inestabilidad y de crisis» y anuncia una «nueva era de tolerancia».
Marruecos es el cuarto país árabe que anuncia este año una normalización de sus relaciones con Israel, después de Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán.
Israel y Marruecos firmaron el martes cuatro acuerdos de cooperación en los campos del agua, la aviación y las finanzas. La oficina de enlace con Israel, que estaba cerrada desde 2000, reabrirá en Rabat antes de dos semanas, precisó el ministro marroquí de Relaciones Exteriores, Nasser Bourita.
Los vuelos directos permitirán a los turistas israelíes viajar directamente a Marruecos. Hasta ahora, entre 50.000 y 70.000 turistas israelíes viajaban al país del Magreb a través de otros países.
«Este viaje ha cautivado la imaginación de los israelíes y sobre todo del millón de (judíos) de ascendencia marroquí», aseguró Kushner.
Marruecos cuenta con la mayor comunidad judía de África del norte y reconoce en su Constitución su «afluente hebraico».
Pero como el Sáhara, el apoyo a los palestinos en Marruecos está considerado como una «causa nacional».
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