Se cumple la ley en el Palacio de las leyes

Odio, rencor y venganza.

Días atrás circuló en redes sociales la foto de un telegrama de despedido de un empleado de la Cámara de Diputados, algo que generó cierto ruido fuera del Congreso, pero que pasó desapercibido para la mayoría de la sociedad. Sin embargo en el Palacio de las leyes una bestia sigilosa se cierne sobre los empleados que no trabajan y no cumplen funciones dentro del ámbito legislativo.

Agencia Legislativa ya ha informado anteriormente que con la imposición por parte de las autoridades de la Cámara de Diputados, comenzaron a aparecer por los pasillos del Anexo A del Congreso de la Nación personajes totalmente desconocidos por los trabajadores habituales de la cámara que completamente perdidos les era imposible reconocer el camino hasta el baño más próximo. Según detalla entre risas una fuente del oficialismo “quieren ir al comedor que estaba en el 5to piso y terminan tocando la puerta de la oficina del bloque PRO”.

Al respecto, otra fuente del oficialismo explica que “hoy por hoy, para limpiar el segundo y el tercer piso y las salas de comisión antes había tres empleados, ahora que el gobierno está controlando el presentismo hay quince trabajadores”. Según le explicaron a Agencia Legislativa, hay empleados de la cámara que no sólo no trabajan en el Congreso de la Nación, si no que directamente ni siquiera residen en Capital Federal. Por eso la idea que baja desde el gobierno nacional es eliminar tres mil empleados que se han detectado que cobran pero no realizan ninguna función en el Congreso.

Gradualismo postal.

En el Senado se dará de baja todos los contratos y está abierta la posibilidad del retiro voluntario y la jubilación anticipada. Mientras que en la Cámara de Diputados por el momento dicha posibilidad está cerrada. Sin embargo, en Diputados ya se cuentan 40 renuncias, se han enviado 870 telegramas y se esperan 600 telegramas más para los primeros días de diciembre.

Sobre los telegramas, hay que explicar que son apercibimientos de acuerdo a la ley 24600 que dictamina que un trabajador legislativo puede tener hasta 10 faltas injustificadas y pasado ese número puede ser despedido sin remuneración ni indemnización. En el caso de los empleados que están recibiendo los telegramas en estos días sus casos sobrepasan largamente las 10 faltas y toda posibilidad de justificar su ausencia –en algunos casos tan extensa que es casi una carrera profesional de ser ñoqui- por lo tanto el telegrama equivale prácticamente a un decreto de próximo despido.

La estrategia del canelón

Consultado al respecto de que sucederá con aquellos que reciben el telegrama, las fuentes le han explicado a Agencia Legislativa que en estos días ha estado muy activo un médico de la DAS (Dirección de Ayuda Social para el personal del Congreso de la Nación) cuyo apellido la fuente prefirió dejar fuera, que ha atendido tanta gente que tuvieron que pedirle que dejara de hacerlo, pues de todos modos los recortes eran inevitables.

Pero la visita al médico no es la única estrategia del empleado que cobra por no trabajar, al respecto hay que señalar que algunos han elegido el camino de la licencia gremial, es decir justificar su ausencia en el puesto de trabajo alegando que se encuentra trabajando para el gremio y sus distintas actividades; justificación que resulta doblemente lucrativa, pues no sólo cobra su sueldo de empleado legislativo, si no también un plus por tareas gremiales.

Por todo esto, los trabajadores que día a día cumplen sus tareas con responsabilidad y dedicación están contentos con los recortes que se vienen y así se lo hacen saber a quien quiera escucharlos.

La otra cara de la moneda: Lealtad, obsecuencia y entrega.

Sin embargo los trabajadores que ahora festejan la decisión del gobierno de deshacerse de aquellos que no cumplen ninguna función mañana podrían terminar lamentando la acción de la mano oficial. El paso posterior a la limpieza de los que cobran sin trabajar es intervenir APL y reformar la ley 24600, que es la ley que dictamina el estatuto y el escalafón para el personal del Congreso de la Nación. Consultadas las fuentes de Agencia Legislativa nos explicaron que el gobierno está llevando a cabo una auditoria en la DAS y los números no cierran de ninguna manera, lo que constituye un efectivo medio de presión contra el titular del sindicato de empleados legislativos APL, Norberto Di Próspero, a quien según nuestros informantes se le pedirá que de “un paso al costado”, permitiendo que el sindicato sea intervenido, primero, y luego se llame a elecciones.

M y M, un caramelo difícil de digerir.

Tanto Gabriela Michetti en Senado, como Nicolás Massot en Diputados llevan a cabo esta maniobra por pedido de la Rosada, donde observan con atención lo que sucede en el Poder Legislativo, no sólo en las votaciones en el recinto y en comisiones, si no sobre cómo y en que se gasta el dinero del presupuesto asignado para dicho órgano del estado. Al respecto, y como dijimos antes, la idea es “modernizar” la ley 24600 sacando módulos –algo que recortaría entre el 20 y el 40 % del sueldo de los empleados- y dejando el salario básico que variará solamente en base a la categoría a la que pertenezca el trabajador. Tampoco está en carpeta la idea de compensar esa pérdida con la implementación del presentismo.

Por último, la única forma de justificar el presentismo será a través de la huella digital, y no por medio de la tarjeta magnética, pues se ha detectado que hasta el momento muchos empleados de la cámara pasan entre 5 y 15 tarjetas magnéticas de compañeros. Algo que según nuestra fuente parlamentaria se eliminará a partir de febrero del 2018.

El Manual del Guerrero.