De Plato, quien desde 2019 se desempeña como analista de Administración y Gestión del Personal del Parque Nacional Nahuel Huapi, plantea fuertes cambios en el organismo a presidir; tales como realizar, en lo que se refiere a la estructura orgánico funcional, una reorganización de su reingeniería para que la institución vuelva a cumplir su misión a través de la visión de los creadores: el presidente Julio Argentino Roca y el perito Francisco Pascasio Moreno.
En la misma línea de trabajo propone, fundamentalmente, el diseño de una estructura austera, profesional, moderna, abierta y flexible que disminuya el 60 por ciento de los actuales cargos políticos, con llamado a Concurso público y abierto de todos los cargos de conducción, por lo cual prevé una gestión de corta duración pero que produzca un verdadero cambio cultural.
Asimismo, se encuentra en su agenda la jerarquización del Cuerpo de Guardaparques y Brigadistas, como así también los trabajadores encuadrados bajo el convenio SINEP y los contratados del país.
A la vez, se encuentra analizando propuestas de inversión del orden de los 3.000 millones de dólares para aplicarlos en el mejoramiento de la infraestructura del Uso Público y Conservación del patrimonio cultural, y el desarrollo sostenible del turismo.
“En las áreas protegidas de los Parques Nacionales y en sus zonas de amortiguamiento, existe una gran cantidad de recursos materiales y manifestaciones inmateriales del Patrimonio Cultural, que son gestionados a través de tres líneas estratégicas de trabajo: la Investigación, la Conservación y el Uso Público”, dijo De Plato.
Para dar algunos ejemplos de las propuestas de De Plato, viajamos a Corrientes, donde uno de los parques más visitados por los turistas y promocionados por el Gobierno de la provincia es el Parque Nacional Mburucuyá, un tesoro en el que los esteros, el bosque chaqueño, la selva paranaense, el espinal y un hermoso palmar de yatay, se unen para formar un paisaje inolvidable. Es ideal para acampar, ver aves y fauna en general. Está ubicado a solo 20 kilómetros de la localidad de Mburucuyá y muy cerca del Parque Nacional Iberá y del Parque Provincial Iberá, que juntos conforman el Gran Parque Iberá.
“La accesibilidad al área protegida constituye el principal condicionante para el desarrollo de la actividad turística. Cada vez son más frecuentes y prolongadas las inundaciones que afectan los accesos al área y el sector de uso público intensivo. La estacionalidad es muy marcada: más del 80 por ciento ingresa durante los meses de enero y febrero. Durante los meses de octubre a diciembre convergen un gran número de grupos organizados. En el Parque Nacional Mburucuyá, propongo multiplicar las visitas guiadas, los centros de visitantes y la puesta en valor de sitios, con un profundo plan de inversiones.
En cuanto a la provincia de La Rioja, el licenciado De Plato se refirió al Parque Nacional Talampaya que, además ostenta la categoría Internacional de Sitio de Patrimonio Mundial: “Es prioridad la conservación integral de la cuenca Ischigualasto- Villa Unión en donde, como en ningún otro lugar en el mundo, se desarrolla una secuencia completa de sedimentos fosilíferos que representan la historia geológica del Período Triásico. Se debe incentivar el desarrollo de proyectos sobre actividades recreativas tendientes a promover y poner en valor la belleza escénica del sitio activando la inversión en turismo, infraestructura, capacitación y educación ambiental siendo financiados a través de líneas de crédito accesibles”.
Nuestro país cuenta con 39 Parques Nacionales, además de dos Reservas Nacionales, siete Reservas Naturales, tres Parques Interjurisdiccionales Marinos y tres Áreas Marinas Protegidas, según el Sistema Federal de Áreas Protegidas.
Cada 6 de noviembre se celebra el Día de los Parques Nacionales en la Argentina porque fue en esa fecha, pero hace 120 años, que Francisco Pascasio Moreno donó más de 7.500 hectáreas en la Patagonia. Fue el inicio para que luego se establecieran distintos espacios en el país para la conservación de la naturaleza: “Mi propuesta se basa, esencialmente, en promover actitudes y/o conductas favorables con la conservación de los valores naturales y culturales como así también el reconocimiento de los servicios ambientales por parte de las comunidades vecinas y visitantes al área protegida para contribuir al desarrollo socioeconómico de las comunidades vecinas en sus territorios”, comentó el especialista.
