Formosa: Crecen los casos de Dengue en los barrios

El Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Formosa, mantiene un silencio peligroso respecto a la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. El gobernador, Gildo Insfrán invirtió millones de pesos, pero la falta de trabajo a conciencia y una campaña deficiente nos pone en peligro a la población.

Hay quienes conocen en profundidad la cuestión del dengue y otras enfermedades transmitidas por el mosquito dentro del Ministerio de Desarrollo Humano, pero fueron relegados a un tercer plano, delegando, por voluntad de su titular, la tarea a personas con poca experiencia en la materia.

De acuerdo, a los informes enviados al titular del Ejecutivo, la provincia está en una condición óptima en la lucha y hasta se anima a hablar de ejemplo. Lo concreto es que hace años que se viene mintiendo y hablando de brotes, en los protocolos y especialistas dicen que es un argentinismo más la palabra “brote”, ya que hay dengue o no.

Hasta la semana pasada la provincia hablaba de brote en el barrio Mariano Moreno, una pregunta interesante para los vecinos sería si vieron que se dispuso el bloqueo sanitario obligatorio por protocolo de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que habla del trabajo en el domicilio del afectado con aislamiento del mismo y la fumigación en las nueve manzanas cercanas.

El director de LRA 8 Radio Nacional Formosa, Julián González, daba cuenta de la afectación de varios trabajadores e incluso propios familiares que obligó a cerrar la emisora para fumigar. Y en los alrededores del complejo de Comunicación Pública se multiplican los casos y afirman que parece que se "nos está escapando la tortuga" o mejor dicho en este caso el mosquito Aedes. Denuncian que “sólo en el barrio centro habría una cincuentena de casos de Dengue positivo”.

Lo real es que en Argentina, hay un solo laboratorio que confirma casos de dengue y el Instituto Maiztegui, laboratorio de referencia y esto también es por protocolo, pero lo llamativo es que aquí no se está actuando con el bloqueo sanitario obligatorio y esto es alarmante.

Hay quienes dicen que las fumigaciones a las casas llegan tarde, pero lo que más tarde llega es la formación ciudadana. Se perdió un tiempo precioso en educar, preparar y hoy comenzó a explotar esta bomba. Por día se confirman decenas de casos en diferentes sectores. Y esta enfermedad no discrimina, sino que "van cayendo todos, ancianos, jóvenes, adultos”.

Son varios los laboratorios de análisis clínicos y médicos que confirman que la cantidad de casos son muchos y la velocidad con la que se esparció es increíble. Mucho de esto por la falta de cumplimiento del protocolo de bloqueo. La inoperancia de la cabeza es evidente y por eso el silencio.

Hay una cosa inexplicable, cuando la prensa llama al Ministerio para concretar una entrevista o hacer una consulta, desde hace tiempo los funcionarios tienen que pedir permiso para salir a hablar con los medios sobre cualquier tema. Ante este panorama queda en evidencia quien es el responsable del silencio de salud y los organismos de estado. “Nadie se anima a hablar sin que el Ministro lo apruebe, por ende todos callan”.

Es el propio vecino que debe redoblar el esfuerzo en lograr ambientes saludables comenzando por su casa, siguiendo por el patio y luego hablar con los demás integrantes de la cuadra.

La situación es grave, ya que por cada caso confirmado o sintomático los especialistas dicen que hay siete o diez casos asintomáticos, estas personas pueden contagiar sin saber y lo que es peor debutar con síntomas, con dengue grave o hemorrágico.

Entre las personas afectadas por dengue, si llegaran a ser contagiados nuevamente – hay cuatro serotipos o variantes – hay posibilidades que un 30 por ciento tenga del tipo grave o hemorrágico. Ante la ausencia del sistema de salud, es la sociedad la que debe comprometerse.

También es cierto que algo fallo aquí. Formosa tenía todo lo necesario para ser ejemplo. El Ejecutivo invirtió en fabricación de paracetamol, larvicidas, brigadas sanitarias, equipamiento, pero se equivocó con quien se puso a cargo, están a la vista las consecuencias.

Esta epidemia tendrá su pico, luego llegara la meseta y poco a poco se disipará, pero hay que tener en cuenta que lo peor está por llegar, ya que luego vendrán los casos graves o hemorrágicos, con alta tasa de mortalidad. Llego la hora de tomar conciencia.

Jorge Pérez